¿Qué es una universidad?

Como estamos dentro, quizá se nos olvida, como se le olvida al pez que está en el agua. O no, tal vez como somos gente escolarizada, podemos encontrar fácilmente una definición. Complejicemos la pregunta, pues: ¿qué debería ser una universidad? Esta pregunta requiere, más que una definición, un sueño. Tratemos de responder, intentemos soñar: ¿qué debería ser una universidad? Antes que nada una comunidad, una unidad. Así lo dice también la etimología, no en vano el nombre de universidad proviene de la expresión latina universitas magistrorum et scholarium, asociación de profesorado y estudiantado. Pero a diferencia de las universidades medievales, sin ser una institución que tenga que fortificarse y protegerse, nuestra universidad debería ser una comunidad orientada hacia el exterior. Bien arraigada en su país, capaz de responder a los retos que la rodean y dispuesta a dar el salto al mundo. Nuestra universidad, la Universidad del País Vasco, es una utopía en sí misma, y no deberíamos olvidar después de cuántos sacrificios la hemos conseguido. “Euskaldunak ikasi egin nai degu, geroz ta geigo jakin, baña neke ta lan aundi gabe ezin ikasi degu, Universidadeak uruti dauzkagu-ta” ha dicho Julián Elorza a la qinaguración del III Congreso de Estudios Vascos, en 1922. Alfonso XIII ha acudido y un hombre ha aprovechado el momento para levantar una pancarta que dice “Queremos la universidad vasca”, con el apoyo espontáneo de la multitud. Inmediatamente llevan preso al revoltoso. Catorce años más tarde, este mismo hombre inaugurará, en plena guerra, entre bombas, la institución denominada Universidad del País Vasco, en el hospital bilbaíno de Basurto. Este hombre se llamaba Leizaola. El fascismo reprimió provisionalmente la utopía de Leizaola y de otros muchos. Pero como las y los vascos queríamos seguir aprendiendo, creando comunidad y aportando a la comunidad, décadas después se hizo posible la Universidad del País Vasco. A veces es necesario mirar atrás para poder seguir inventando el futuro. ¿Qué debería ser, pues, la universidad? Laboratorio de retos de futuro: un espacio privilegiado para responder a los desafíos del cambio climático, los derechos humanos, la ética de la tecnología y la igualdad social. Espacio de investigación libre: un lugar seguro para experimentar y probar, lo más libre posible de la carga de la burocracia. Taller de ciudadanos y ciudadanas libres: donde el espíritu crítico y toda herramienta científica estén disponibles en beneficio de los ciudadanos del futuro. Nuestro agente activo en la sociedad: al servicio del pueblo, desde el eje del euskera y la cultura vasca, capaz de llegar a cualquier rincón del mundo. Universitas magistrorum et scholarium. Nuestra universidad merece un nuevo impulso. Sigamos soñando este proyecto compartido.

Katixa Agirre